Una esclava blanca recibe lo que se merece. Tomé a esta pobre, blanca y hermosa chica. Me enamoré de sus ojos azules que me miraban desde abajo, mientras me chupaba la polla con ansia y esta hermosa puta tenía que obedecerme. Al fin y al cabo, sólo la cogí para que fuera una esclava y tiene que tragarse mi polla entera, aunque vomite y se ahogue. Voy a hacer que esta zorra se arrepienta de haberme conocido.